José Ramón Francia Silva
El río Somero, el Atayo, el Pantano de La Grajera y los alrededores de Logroño
Desde la antigüedad, posiblemente desde los romanos, el río Somero ha regado con su canalización, las tierras de Logroño y alrededores. Por tanto y como veremos ha ayudado a generar riqueza al almacenar también agua del Iregua.
Por referencias escritas se sabe que el procurador mayor de Logroño es el que hacía la distribución de las aguas provenientes del río Somero (que va hacia La Grajera), a las tres aldeas: Alberite, Lardero y Villamediana, en el siglo XVI.
El pantano de La Grajera en invierno
A partir de 1547 la Chancillería de Valladolid, después de diferentes litigios falló a favor de la Capital. Los de Lardero y demás pueblos estaban en desacuerdo, ya que desde tiempo inmemorial regaban con las aguas de los ríos Somero y Atayo.
Importancia del río Atayo en 1894
Según Lorenzo Cadalso, Lardero disponía de cuatro días y Logroño de dos, para el riego con el río Somero.
Muro de La Grajera
Hacia el año 1600 hubo un gran desprendimiento en este río y se necesitaron unos 1500 peones para arreglar su cauce; y en 1602 se prohibió regar rastrojos bajo multa a las tres aldeas citadas anteriormente, aunque se permitió el riego a viñas (frondosos viñedos había en los alrededores del pequeño Logroño en 1584) y olivares (consta que en el siglo XVII se exportaba aceite de La Rioja al Norte de Europa y a Las Indias. Durante parte del siglo XX se han talado gran cantidad de olivos centenarios). En 1622 se demandó a Albelda y a Lardero por haber hecho un nuevo cauce, ya que de este modo se perjudicaba a Logroño.
El muro de la Presa disimulado en el paisaje
Estos problemas siguieron subsistiendo a lo largo de los años y en 1805 los vecinos de Alberite y Villamediana destruyeron la presa de este río para así poder aprovecharse de sus aguas, por lo que Logroño tuvo que poner a varios guardias vigilando la presa.
Prueba también de los problemas en el aprovechamiento de las aguas de este río Somero, es la aprobación de esta acta del 19 de enero de 1884, que aparece en el Boletín O. de Logroño del día 21:
Sobradero del pantano
A lo largo del siglo XIX fue tomando consistencia la idea de hacer una presa para aumentar las reservas de agua de Logroño y en 1876, el entonces alcalde de Logroño, El Marqués de San Nicolás, propuso su estudio al Cuerpo de Ingenieros de Caminos de la Ciudad. Al principio bajo la dirección de D. Cesáreo Moroy y posteriormente D. Amós Salvador y Rodrigáñez. Y en 1880 se inauguró el pantano de “La Grajera” por el alcalde de Logroño Sr. Marqués de San Nicolás
Canal de salida del agua
El buen resultado por la riqueza que esta agua produjo, hizo que en 1901 se redactase un proyecto de ampliación para elevar la presa 1,5 metros; sin embargo poco después el dique de contención se rompió aunque afortunadamente sin desgracias personales, y en 1913 el ingeniero D. Manuel Lorenzo Pardo lo reconstruyó. En 1925 se modificó y el dique se construyó más abajo y con 18 metros de altura y algo más de medio kilómetro de longitud, por los ingenieros F. Enríquez y González Lacasa.
En la actualidad la profundidad media es de 5 ó 6 metros y ocupa unas 32 hectáreas de superficie. A fines del siglo XX se acondicionaron los alrededores para Parque Recreativo.
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